Mi esposa me habia abandonado y yo estaba desesperado

AÑO 2008.- Mi esposa me había dejado, se había ido de la casa junto con mis 2 hijas a casa de su mama, la culpa había sido mía pues la había desatendido durante mucho tiempo, prefería salir con mis amigos y a ella la dejaba en casa y también tomaba mucho alcohol, algunas veces debido a esto la agredí y de eso hasta el día de hoy me arrepiento.

Al pasar de los meses me sentía muy solo y triste sin ella, mi esposa ya había iniciado el proceso de divorcio y por más que yo le imploraba que regresara conmigo ella no accedía y me decía que ya no confiaba en mí pese a que yo ya no tomaba alcohol debido a un tratamiento que me hice y trataba de agradarla en todo cuando iba a visitar a mis hijas. Como dicen; uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde.

Hay días que me dolía mucho el pecho, sentía un dolor muy grande en mi corazón, la extrañaba mucho y me hacia mucha falta, el no tenerla a ella y a mis hijas junto a mi solo se puede comparar con la perdida de un ser querido, inclusive muchas veces pensé en quitarme la vida.

Fue un día domingo que me desperté pidiéndole a Dios que me regresara a mi familia, ese día entre a Internet y encontré la Web del Lic. Claudio Ramirez. Al principio me costo mucho decidirme a llamarlo pues me considero un buen cristiano y voy a la iglesia todos los domingos, pero al ver detenidamente su página Web y llamarlo por teléfono me di cuenta que el es un profesional y un hombre de mucha sabiduría y me dio mucha confianza.

Contrate sus servicios y mientras fueron pasando los días yo me sentía mucho mejor, a la segunda semana mi esposa me llamo, pensé que quería hablar conmigo por algo referente a nuestras hijas pero fue sorpresa la mía cuando ella me dijo que quería regresar conmigo y que me daba una oportunidad para demostrarle que yo había cambiado, sentí un gran alivio y una alegría inmensa.

Ya han pasado varios meses y vivo muy feliz con mi familia, yo he cambiado muchísimo, ahora le dedico todo el tiempo libre a mi esposa y a mis hijas, deje completamente el alcohol y cuando salimos a veces con los amigos voy con ella.

Me siento un hombre renovado y tranquilo recibo día a día todo el amor de ellas y somos muy felices, mi mejor amiga hoy y siempre será mi esposa. Gracias Lic. Claudio Ramirez toda mi felicidad se la debo a usted.

Ricardo Fuentes I. Glendale.
California. Estados Unidos